Este verano tampoco fuimos muy lejos de vacaciones. Es que, primero, no teníamos mucha claridad de qué iba a pasar con el aumento de los contagios por coronavirus como para planear un viaje más lejos y ,segundo, mis hijos están tan fomes que no iba a gastar mucha plata en vacaciones en las que probablemente no iban a hacer mucho jajajaja 😂
Por eso elegimos quedarnos cerca de Santiago y fuimos a Pichilemu por primera vez, una ciudad costera ubicada en la Región de O’Higgins famosa por ser la capital mundial del surf.
Salimos desde el Terminal Sur en la Alameda y nos fuimos con Buses Nilahue. El viaje en bus nos tomó 5 horas y fue muy novedosos porque mis hijos nunca antes habían viajado así. Paramos en Rancagua, San Fernando, Santa Cruz y tooodos los pueblos que habían antes de llegar a Pichilemu.
Habíamos ido en bus a Mendoza la última vez pero fue un viaje mucho más directo.
Compré los pasajes en recorrido.cl y la verdad es no sabía que existen 2 rutas para ir desde Santiago. Nosotros fuimos por la más larga 🤣 La otra es pasando por Melipilla y Litueche, que es mucho más directo.

Nos quedamos en el Hostal Moreno ubicado en la calle José Joaquín Perez, a una cuadra de la plaza Arturo Prat.
Todas las distancias son caminables en Pichilemu. Desde el terminal de buses hasta nuestro alojamiento nos demoramos más o menos 20 minutos y desde el hostal a la playa principal no eran más de 5 minutos caminando.
Creo que tenía una idea distinta de lo que sería Pichilemu. No sé, había escuchado tanto que era una ciudad muy exclusiva y llena de surfistas por todas partes, que me sorprendió ver que en realidad es muy similar a las playas del litoral central.
Nosotros estábamos muy cerca del playa principal y afortunadamente estaba medio vacía, así que podías mantener todas las distancias necesarias. Mis hijos igual disfrutaron del agua y la arena, y tuvimos suerte de no tener días tan calurosos. Todas los deportes acuáticos se practican más en otras playas del sector como La Puntilla cerca de la caleta de pescadores o Punta de Lobos, no en la playa grande.
Algo que me gustó mucho es que en la costanera hay muchas opciones para comer: empanadas, sandwiches, hand rolls, crepés y mucho más, y los precios no son elevados, para nada. Solo un día comimos en un restaurante que fue lo más caro de todos.
Estas vacaciones fueron muy diferentes a todas las que hemos tenido. Mis hijos me pidieron levantarse más tarde y salir menos, no andar corriendo. A pesar de eso, aquí les cuento algunas de las cosas que hicimos durante nuestra estadía:
Paseo en Victoria
Los niños nunca habían andado en victoria (un coche tirado por caballos) ni siquiera en Viña del Mar las veces que fuimos, pero aquí aprovechamos de tomar un paseo.
Te llevan por la costanera y la avenida Agustín Ross. Y puedes decidir llegar hasta la playa Infiernillo también.
El paseo dura entre 15 y 30 minutos y cuesta entre $10.000 y $20.000.
Fue muy chistoso porque el conductor nos dijo que acá «los caballos eran amados y bien cuidados, que trabajaban poco y que no los maltrataban como a los de Viña»

Visitar el Humedal Petrel
Al costado de la playa principal está la Laguna Petrel que se forma por el estancamiento del estero del mismo nombre, lo que da origen al humedal. Aquí puedes ver una gran cantidad de aves acuáticas como: el pato cuchara, el pato jergón, la gaviota cahuiel y el cisne coscoroba, entre otros.
¡Me sorprendió tanto ver cisnes! Creo que no habíamos tenido la oportunidad de ver en otros lugares de Chile que visitamos.
Es un paseo tranquilo. Puedes caminar por la orilla y si tienes ganas puedes aprovechar de visitar el Museo Ferroviario que está ahí mismo.

Salinas de Cahuil
Desde Pichilemu tomamos un taxi que nos llevó de tour a visitar las Salinas de Cáhuil, un atractivo turístico muy conocido de la costa de la sexta región.
La sal de Cáhuil es famosa por tener 30% menos de sodio que la sal yodada común lo que tiene numerosos beneficios para la salud.
¡El paseo es muy bonito! Nos demoramos más o menos 3 horas, ida y vuelta. Y el taxi nos cobró $25.000 (lo mismo que un tour regular)

Pasear por las ferias artesanales
No sé si a alguien más le parece entretenido, pero en Pichilemu habían muchísismas ferías artesanales jajajajajajaa nunca había visto tantas juntas. Y sí, al final son todas iguales. ¡Peero son entretenidas igual! Hay pocas cosas más playeras que ir a la feria artesanal de noche a pasear.
Aprovechamos de tomar helado tailandés, de ese que se prepara en una plancha fría.

Fueron unos días muy tranquilos en verdad. Perfectos para bajarle el ritmo a la vida y solo descansar. Nuestra idea no era otra más que eso.
Pichilemu me pareció un lugar muy seguro y eso me gustó mucho. Además es muy cómodo si no andas en auto como nosotros.
Hay muchas otras actividades que puedes hacer también como tomar paseos en caballo por la orilla de la playa y la laguna o pasear por el Parque Agustín Ross, el que tiene hermosas vistas al mar. Puedes tomar clases de surf o arrendar unas cuadrimotos correr en una pista al costa de la playa.
No sé cuál es la palabra correcta, pero es loco ver cómo tus hijos van creciendo y sus intereses van cambiando. Ya no quieren venir contigo a todas partes y empiezan a tener sus propios ritmos.
Tal vez, nuestras «vacaciones familiares super llenas de actividades» ya se terminaron y esta sea la nueva forma de viajar 😊