Viernes 24 de Marzo de 2017
Después de un largo largo viaje desde Santiago, incluyendo una corta escala en París, llegamos hasta el Aeropuerto Berlín-Tegel, un terminal aéreo muy pequeño. En esta ocasión viajamos no sólo los niños y yo, sino que también vinieron mis papás y mi hermana.
Nuestro primer día en Berlín fue básicamente descansar y visitar a nuestra familia allá: mi tío, su esposa y mi prima. Tuvimos suerte de llegar en un día soleado, pero los días siguientes serían mucho más fríos.

En la tarde, caminamos hasta un parque llamado Yehudi-Menuhin Park en Zehlendorf, lleno de juegos para los niños. Después de 18 horas de viaje, eso era lo único que mis hijos querían: jugar.
Nos quedamos en el Hotel Mikon Eastgate City Center. ¡Super recomendable! (Reservamos por Booking y conseguimos un muy buen precio) El hotel tiene una excelente ubicación: en la esquina del Museo de Historia Natural, a 5 minutos caminando de la Estación Central de Trenes (Berlin Hauptbhnhof) y a 20 minutos del aeropuerto en el Bus Express TXL.
La habitación estuvo excelente para 4 personas, aunque tuvimos problemas con la calefacción (más que nada porque no supimos usar los calefactores jajaja)
Sábado 25 de Marzo de 2017
Comenzamos nuestro día visitando el Museo de Historia Natural.
Nos reunimos con mi hermana para ir juntos hasta la Puerta de Brandeburgo. Caminamos por Hessische Straße (que se lee strasse y se abrevia str.) hasta Hannoversche str. y de ahí derecho por Luisenstraße. Vimos el campus Mitte de la Universidad Médica Charité, cruzamos el río Spree, pasamos por atrás del Parlamento y llegamos hasta la avenida principal Unter den Linden y de ahí a la Puerta de Brandeburgo. La maravillosa Puerta de Brandeburgo.

Después de eso llegamos a Legoland Discovery Center, nuestro objetivo del día. Un parque indoor donde puedes jugar con más de 5.000.000 de bloques de Lego y hacer un montón de actividades como ser un ninja, convertirte en un experto constructor o también participar de una carrera de autos.
Caminamos de regreso al hotel sin problemas, sintiendo el frío de la noche berlinesa. Una maravilla.
Domingo 26 de Marzo
Llegamos hasta Alexander Platz tomando el metro desde la estación central de trenes. Para recorrer la ciudad compramos un ticket de transporte por 19,90€ para mi hermana, los niños y yo. Este boleto permite moverse por el centro de Berlín (Zonas AB) libremente y dura hasta las 03:00AM del día siguiente. Se adquiere fácilmente en cualquier máquina en las estaciones de metro y debes validar el ticket antes de comenzar a usarlo.

Todas las tiendas estaban cerradas así que caminamos para ver la Torre de la Televisión (Fernsehturm) y los niños y yo tomamos un tour en una especie de triciclo por 15€ durante 20 minutos. Pudimos ver el ayuntamiento de Berlín, la Iglesia Nikolaikirche, la Fuente de Neptuno (Neptunbrunnen) y varias otras cosas más.
Almorzamos comida tradicional alemana en un restaurante ahí mismo en Alexanderplatz. Si vienes a Berlín no puedes dejar de probar el «currywurst», una salchicha muy popular aliñada con curry o el schnitzel, una especie de escalopa muy sabrosa

Visitamos también Lustgarten donde está la Catedral (Berliner Dom) y el Museo Altes. Navegamos por el Río Spree en un catamarán por 12€ los adultos y 6€ los niños mayores de 6 años. Un paseo de casi 1 hora.
Terminamos el día yendo hasta la Iglesia Memorial Kaiser Wilhelm, también conocida como «La Catedral Rota» en Charlottenburg.
Es muy interesante ver cómo han mantenido el estado en que quedó la iglesia luego de la Segunda Guerra Mundial, pero la ciudad siguió creciendo al rededor sin parar.
En la vereda de enfrente se pueden centros comerciales y edificios enormes y muy modernos.

De lo que más nos gustó es que Berlín es una ciudad muy segura. Puedes devolverte caminando desde el centro al hotel en la noche sin problemas y además hay baños públicos por todos lados. También es muy fácil moverse.
Aunque no se ven muchos niños en las calles, hay hartas plazas y parques para jugar, todas muy lindas.