Viviendo siempre en Santiago muchas veces hemos visitado el Cajón del Maipo: hemos paseado por la plaza de armas de san José de Maipo, hemos acampado a orillas del rio, hemos subido camino al Volcán para ver y jugar en la nieve pero teníamos pendiente visitar el Embalse del Río Yeso.
Dadas las dificultades para salir de nuestra región, en parte por la falta de tiempo y en parte por las restricciones producto del Corona Virus, me pareció una buena alternativa subir a disfrutar de la Cordillera de los Andes y del aire puro.
Salimos en la mañana y partimos nuestro recorrido. El camino te lleva por distintos pueblos ubicados a orillas del Río Maipo. Puede encontrar distintos tipos de restaurantes y cafeterías, también tiendas de artesanías y agencias de actividades outdoor como rafting y salto en benji.

En este paseo aprovechamos también de hacer otra de las cosas que teníamos pendientes: cruzar caminando el tunel El Tinoco. Un antiguo tunel ferroviario de casi 600 metros de largo que va por un costado de la vía y que tiene un ambiente muy particular.
En uno de sus extremos hay una animita de un joven que murió en el lugar. Una de las versiones dice que se suicidó producto de una depresión que lo afligía y otra dice que murió porque se quedó dormido y no pudo advertir que los trenes que por ahí pasaban chocarían de frente. Este se ha convertido en un lugar de culto. La gente le pide ayuda y le deja ofrendas como pago por las mandas cumplidas.
Si eres más valiente, puedes cruzarlo caminando completamente a oscuras y solo como lo hizo mi hijo. Si no, puedes hacerlo ayudado de la luz de tu celular como hicimos nosotras 😀
En verdad es un paseo simple pero muy bonito porque los niños se emocionaron al tratar de cruzar sin ninguna luz. El frío al interior del tunel es increíble y también el ambiente puede ser un poco tétrico si tienes suerte de estar más solo.

Continuamos nuestro recorrido por el Camino Al Volcán y tomamos la desviación hasta llegar al Embalse El Yeso. En varias partes pudimos ver cóndores volando encima de nosotros 😀 No tan cerca como cuando estuvimos en las Torres del Paine pero de todas formas verlos en vivo y en directo siempre es impresionante.
Son más o menos 50 minutos de camino hasta «la entrada» al reciento y técnicamente hay horarios de específicos de subida (08:00 a 14:00) y de bajada (16:00 a 20:00) peeero como estamos en Chile, nadie respeta nada jajaja.
Una vez que llegas al Embalse el camino tiene una sola vía, por eso se formaba una gran congestión cada vez que alguien trataba de devolverse antes de tiempo.
Cuando logramos pasar, nos estacionamos y bajamos hasta llegar a la orilla del agua. Estuvimos un rato ahí disfrutando de la vista y del viento que corría.

El Embalse El Yeso es una reserva de para abastecer de agua potable y de riego a la Región Metropolitana. Está ubicabado a 3.000 m.s.n.m. y tiene capacidad para 250 millones de metros cúbicos de agua (mucha mucha agua)
Al igual que otros embalses, en los últimos años se ha visto afectado por la falta de lluvias y ahora se encuentra casi a un 70% de su capacidad.
Me llamó mucho la atención que a pesar de ser un lugar tan turítisco no tiena nada de infraestructura para los «visitantes». No hay baños públicos ni lugares para comer. Todo lo que puedes encontrar son personas que han subido a vender diversas cosas e incluso han llevado baños portátiles.

Sé que si sigues subiendo puedes encontrar otras cosas como las termas, la laguna de los patos y también tienes la posibilidad de acampar y hacer trekking en lugar.
Aunque me gustaría mucho poder volver con los niños en invierno para disfrutar de la Cordillera nevada por completo, siento que es uno de esos lugares que con visitarlos una vez basta y sobra.
De todas formas creo que es uno de esos lugares que debes visitar sí o sí viviendo en Santiago y nos gustó mucho poder conocerlo.
Y tú, ¿Ya fuiste? Cuéntame qué te pareció 😀