Después de tomarnos la mañana para descansar y recorrer el centro de San Pedro, volvimos al Salar de Atacama en nuestro tercer tour para poder llegar hasta la Laguna Cejar y bañarnos en la Laguna Piedra, donde puedes flotar debido a los altos niveles de sal en el agua.
El tour comienza a las 15:00 y después de 15-20 minutos de viaje llegas hasta el acceso del sector. La entrada cuesta $15.000, no recuerdo si los niños pagaron menos o no, y como en los otros lugares debes recordar llevar efectivo.
La primera parada es en la Laguna Cejar donde hay un mirador muy sencillo. Luego, continuamos caminando hasta llegar a la Laguna Piedra para flotar en sus aguas. (Porque uno no se baña en la Laguna Cejar como todos dicen jajaja xD)
La gracia no dura más de 20 minutos porque el exceso de minerales te arde en la piel, sobretodo al salir del agua. Mi hija terminó con sus piernas rojas por el roce de su piel con la ropa, por eso es super recomendable llevar una botella de agua para poder enguajarte en cuanto salgas.
(También es importante que te apliques bloqueador mucho antes ya que no podrás hacerlo estando allá. El exceso de crema que no se absorbe contamina el agua)
En el lugar hay baños, duchas y vestidores. En ese sentido es super cómodo, pero están alejados del lugar donde te bañas.
La siguiente parada te da la opción de visitar la Laguna Tebinquinche para ver reflejo de los Andes gracias a su efecto espejo, pero como nos tocó un poco de viento decidimos ir directo a los Ojos del Salar.
Como todos los turistas intentamos tomarnos una foto con el reflejo en el agua pero somos muy malos para coordinarnos saltando ajajaja ¡Nunca nos resulta!
Los Ojos del Salar son dos pequeñas lagunas de color azul muy oscuro y de agua dulce, lo que es una sorpresa en medio del depósito de sal más grande de Chile. Si te atreves puedes bañarte ahí. Nosotros lo intentamos pero el agua estaba muy helada.
Nuestro tour incluía un coctél mirando el atardecer. Así que ahí nos quedamos, disfrutando de lo maravilloso del desierto. No me canso de decirlo: estoy enamorada de sus colores y sus paisajes.
De los sitios que visitamos, éste es el más caro de todos y no sé si vale tanto la pena hacer el tour con niños. Tal vez nosotros teníamos más expectativas de lo que podría ser. En todo caso es muy divertido poder flotar sin hacer esfuerzo.
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